Derrepente me da por dejar de creer en todo lo que creía; En el destino, y en que las coincidencias nos suceden por culpa de el mismo, solo que hoy no lo veo así.
Es como preguntarme por que regresas, por que llegas, por que me hablas y por que me dices lo mismo que hace varios años. Por que te gusta recordar noches como las que pasamos detrás de la misma pantalla, nadamas por que te sientes solo.
Como derrepente me doy cuenta que algunas cosas nunca valieron la pena. Las mas simples, las mas obvias, y las mas cercanas. Mientras que lo mas lejano y lo mas irreal, casi como un juego tomado medio en serio, y que el amor mas abstracto, era el mas sincero.
Buscando en donde sabia que no quería encontrar, lo encontré. Cuantas veces lo he hecho, y cuantas veces ha pasado? Debería de escribirlo unas 100 veces: "Debo de dejar de buscar lo que no quiero encontrar".
Pero supongo que esto nunca sera suficiente. Siempre sucede, y después uno se pregunta por que le duele tanto lo que le esta pasando (la "situación")
Mientras pasan los últimos días del verano ( en el sentido vacacional ) me pongo a pensar en que este ha sido uno de los veranos mas aburridos de todos; sin conocer a gente nueva, sin amores de verano, ni viajes de un mes o mas. Nada de eso. ( Ni siquiera tantas lluvias! ) En cambio, todo pareció ser una perdida de tiempo, sin escuela, ni trabajo, y tampoco esas salidas que siempre dejaban una historia que contar por mucho tiempo.
Pensaba en todo esto, cuando supe que regresaste, y lo que querías. Sabia que no iba a durar, sabia que había una razón ( ademas del hecho de estar siempre en el mismo estado emocional ) y cuando al fin la supe entender, me di cuenta de que ya te habías ido, y al igual que hace poco comente; Siempre llego tarde a todas las decisiones, digo "no" muy pronto, y digo "si" muy tarde.
Fue hoy o ayer; la verdad, ya ni se, pero se que fue en este mes, hace dos, y muchas tardes como esta.
Extrañe todas esas tardes. Tardes de compras,de helados, de trafico horrible, y de toallas queriendo mojarse.
Extrañe el aire acondicionado de tu casa, y tu cabello mal cortado, los atardeceres en la oficina, y los pretextos para vernos...
Extrañe el tenerte cerca siempre, el encontrar algo nuevo a diario. Extrañe no tener que justificar casi todo lo que creí que era malo, o que pensé que hacia mal. Extrañe el olor, el color, y el sabor de ese verano.
Hoy quiero tenerte. Tenerte cerca todo el tiempo; todo el día, toda la tarde, toda la noche. Y después, quiero dejarte. Quiero tenerte lejos, no escucharte, no saberte, no verte.
Por un tiempo, es lo único que quiero, aunque se que mas tarde me arrepentiré.
Es inevitable sentirme así. Eres algo permanente, y aunque no te quiero aquí, no puedo no tenerte cerca.
Como muchas noches, llego a casa. Es algo tarde para estar aquí sentada.
Todas las luces están apagadas. Los mosquitos me atacan, y las ventanas extrañamente empiezan a temblar.
Me acompañan un gato y el perro. Al fin se cansaron de pelear.
Me acompaña también el silencio. Ese silencio que a veces extraño, y otras, que quisiera que desapareciera por completo.
Y me "acompañas" tu, del otro lado.
No quisiera empezar a escribir de ti, o de nadie ( de alguien, seria la manera correcta de decirlo ) pues la mayoría de las veces esto se convierte en lo de siempre. Al escribir por que me haces sentir bien, o me haces sentir mal.
Pero no estoy aquí para escribirte a ti.
Escribo para mi...creo. Escribo y escribo, hasta que las letras me convencen. Escribo y escribo, hasta deshacerme de todo lo que tengo en mente.