Como muchas noches, llego a casa.
Es algo tarde para estar aquí sentada.
Todas las luces están apagadas.
Los mosquitos me atacan, y las ventanas extrañamente empiezan a temblar.
Me acompañan un gato y el perro.
Al fin se cansaron de pelear.
Me acompaña también el silencio.
Ese silencio que a veces extraño, y otras, que quisiera que desapareciera por completo.
Y me "acompañas" tu, del otro lado.
No quisiera empezar a escribir de ti, o de nadie ( de alguien, seria la manera correcta de decirlo )
pues la mayoría de las veces esto se convierte en lo de siempre.
Al escribir por que me haces sentir bien, o me haces sentir mal.
Pero no estoy aquí para escribirte a ti.
Escribo para mi...creo.
Escribo y escribo, hasta que las letras me convencen.
Escribo y escribo, hasta deshacerme de todo lo que tengo en mente.
Escribo, pero..nuenca encuentro algo nuevo.
1 comentario:
es que cuando uno menos quiere pensar
las letras se acomodan solas
y necesitas escribir
y escribiendo piensas mas
y te haces bolas todita
Publicar un comentario