Desperté ante una tarde amarilla, nostálgica, medio sola, y semidesnuda.
Desperté, y ahora que lo veo, no es tan amarila,
tiene dos o tres tonos de azúl.
Desperté, y después de ver los colores,
noto que no es tan amarilla, por lo tanto,
no es tan nostálgica.
Desperté, y la verdad no estoy tan sola,
me queda algo de ti, y la television encendida.
Desperté, y mientras pensaba en todo esto,
el cielo se volvió rojo, medio naranja y medio gris.
Y ahora medio a oscuras, me pongo a pensar en ti.
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