martes, 28 de diciembre de 2010

Alguien ayudeme a soñar.


Deje de escribir.
Deje de pensar en todo como un poema.
Deje de ver las cosas como no son y empece a ver la realidad de la misma manera.
No me gusta pensar como adulto, no me gusta sentir como adulto.
No me gusta vivir como adulto.


Comencé a viajar de nuevo y me deje llevar.
Y entonces, empece a cuestionarlo todo, a no dejarme llevar.
Y hoy, justo el día en que decidí olvidarlo todo y dejarme llevar por la idea del sueño

que podía volverse realidad, deje de creer.